Silba el viento dentro de mi.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas; soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara.
Eduardo Galeano, El Libro de los Abrazos.
domingo, 19 de julio de 2009
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